Hoy me siento valiente,
de compartirme,
de silenciar a mi jueza interna
y su blablabla
y dar voz a mi poema.
Me atrevo a aceptarme,
incluso los detalles
que me gustan menos,
de escuchar las palabras
que hace un tiempo salieron de mi corazón.
¿Por qué me es tan fácil
aceptar, valorar y apreciar
a los demás,
y sin embargo, a mi misma
me pongo tantas trabas?
Este poema merece tener voz,
el mar de fondo,
y mi alma tímida
vibrando detrás de cada palabra.
Hoy me atrevo a ser,
mi cuna,
mi abrazo,
mi jueza,
mi maestra,
mi aprendiz.
Yo soy,
y os regalo estos versos.
[Vidro que grabé en Murcia recitando
"Cuando entiendes".]
14 de diciembre
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