miércoles, 24 de enero de 2024

El arte de aprender a soltar.

Siento en mi corazón

que una etapa debo soltar.

Parar de abrir la herida

una, y otra, y otra vez más.

Abriendo y hurgando en ella,
jamás se cerrará,
jamás veré la cicatriz
de lo que fue
y ya nunca más será.

Cerrar la herida duele,
la nostalgia me quiere atrapar,
el dolor de no oler tu cuello,
de tu mirada no penetrar.

Dejarte ir es amor,
dejarme ir será paz.
Aunque ahora huela a tormenta,
Y los recuerdos me vengan a visitar;
Si no me bajo del barco,
seré yo la que se perderá.

Cuando escampe,
y el mar tranquilo,
por fin me vuelva a abrazar,
sabré que es lo correcto,
que el barco debía zarpar.

Aferrarme a él no funciona,
ya tiene otro capitán;
yo escondida en las sombras
no me permito ese lugar.

Saltar a la deriva asusta.
El vértigo palpita ya.
La soledad me ahoga.
Pero,
cuando dejo de luchar...
Me rindo al mar
y comprendo,
que el salvavidas
que tanto ansío encontrar...

Vuelve a ser mi mano,
Una, y otra, y otra vez más.

-M.


24 de enero



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