Cuando escribo poesía me pasa lo mismo que cuando pinto.
Nace una idea: una palabra o un sentimiento en una imagen.
Comienzo a pintar o a escribir,
y acaba saliendo lo que estaba dentro anclado
e incluso no sabía describir.
Escribir y pintar es conversar conmigo,
entenderme, escucharme y descubrir
que ocurre dentro de mi piel.
Nunca sé como va a terminar una poesía, una historia o un cuadro
cuando comienzo a realizarlo,
y eso me alucina.
aquello que se esconde en las sombras,
alumbrando la oscuridad
y marcándote el camino a seguir
ya sea hacia fuera o hacia dentro.
Bendito arte que me salvas en todos los sentidos,
de la sociedad y de mí mismo.
Sin ti no sería yo,
y sin mí tú jamás existirías.
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