sábado, 29 de junio de 2024

El ruido de mi silencio.

 En el ruido de mi silencio mental,

los monstruos cobran vida.


Despiertan,

habitan,

susurran,

caminan a sus anchas.

Asustan.


Ese no silencio

aviva el miedo,

aleja la paz que tanto busco,

y a veces hace que no me encuentre.


Es un silencio ruidoso,

donde hablan muchas voces

que no soy yo.


Se que soy más que ese ruido.

A veces caminando en el bosque,

metiendo los pies en un río,

abrazando un árbol...

 De repente se hace el silencio.


Y los mounstruos se hacen pequeños,

se llenan de luz,

y no asustan.


Esos mounstruos

solo quieren ser vistos,

ser... Amados.

Porque nacieron 

del rechazo, de la soledad, de la incomprensión.

Y solo con aceptación, compañía y entendimiento

se convertirán en amigos.


Compañeros de viaje

que me hacen ser quién soy.

Si yo no les quiero, 

¿quién lo hará?

Si yo no los acepto,

¿cómo conseguiré aceptar

los mounstruos de los demás?

29 de junio 2024




viernes, 21 de junio de 2024

Suerte ser maestra.

 Hoy, a escasas horas de la oposición,

entre la marea de nervios,

la ansiedad y las dudas...

He sentido un profundo agradecimiento

por tener la suerte de trabajar

y estar rodeada de niños.


A veces el ritmo acelerado de la educación

me hace olvidar que estoy cumpliendo mi sueño,

ser maestra. Y no lo agradezco lo suficiente.


Pero cuando el ritmo para,

y simplemente te paras a ser tú 

con esos niños,

mostrándote vulnerable, niña, real...

Entonces sientes esa conexión,

de igual a igual,

esa comprensión  y reflejo que te susurra:

"tú y yo somos iguales, solo que tú eres más grande".


Tenerles cerca me hace mantener a mi niña viva,

conectar con ella y recordar,

lo que los niños realmente necesitan.

Siempre lo supe, 

pero cada vez lo tengo más claro;

 enseñar es aprender dos veces.


Hoy esa niña de la foto ha conseguido 

darme un rato de paz en la tormenta,

ha calmado a mi niña miedosa 

que estaba escondida en un rincón,

le ha acariciado la cara

y he sentido un

"No te preocupes, todo saldrá bien".


Y he recordado un sueño

en el que mi niña interna

 se sentaba en mi regazo,

y me tocaba la cara 

secándome las lágrimas.

Recordándome, sin palabras,

que siempre, pase lo que pase,

me voy a tener a mi,

que  estoy conmigo

en este juego que es la vida.


Y que todo va a salir bien.


21 de junio 2024

martes, 18 de junio de 2024

Sembrar y ser.

 Siembra la tierra.

Confía en tus semillas,

qué, 

aunque ahora 

se vean pequeñas,

débiles, sin vida.

Con el tiempo 

darán raíz,

tallo,

hojas,

flor y fruto.


Ojalá confiara en mi

como llego a creer en los demás,

viendo su fuerza y valía.


Se que la tengo,

pero a veces me hago pequeñita

y me pierdo en el miedo,

en las expectativas,

en lo que creo que debería ser.


Pero la verdad,

 es que solo existe lo que es ahora,

lo que podría ser

 es solo una ilusión,

que te aleja del presente

y no te permite vivir una vida enraizada.


Deseo ser semilla, 

consciente de cada etapa.

Sin desear ser flor, ni tallo, ni rama.

Aceptar lo que es,

lo que soy,

sin pretender ser nada más.


18 de junio 2024


martes, 11 de junio de 2024

Casa.

 Sentirse en casa.


Que bonito sentir que

 tu cuerpo

se convierte en casa,

y de repente

encuentras refugio

en todas partes.


Refugio en el abrazo 

de un arból,

en la mirada 

de un extraño,

en la voz

de un amigo.


Y de repente

un mensaje:


"Quizá, todos somos lo mismo."


11 de junio 2024

lunes, 10 de junio de 2024

Semillitas de semillero

 Semillitas,

ahora son tallo.

Semillitas

ahora son árbol.

Semillitas

que crecen y crecen,

el árbol da sombra,

y en bosque se convierte.

Bosque que parece

ser árbol independiente,

más con raíces enlazadas

la energía se mantiene.

Rozamos las copas,

las ramas lo entienden.

Las hojas que caen,

juntas,

al mismo suelo vuelven.

Soy semilla,

soy árbol,

soy bosque.

Soy.

Estoy.

Agradecida.

Gracias por ser 

suelo fértil

donde poder crecer.


10 de junio 2024

domingo, 2 de junio de 2024

Todo pasa, esto también.

 El estrés se siente

parecido a una nube negra 

que te inunda el cuerpo.

Lo vuelve todo oscuro

y torna la luz en sombra.


Me dijeron que si escribía

sobre el dolor del cuerpo

este se hacía más pequeño.

Ojalá.


El cansancio 

y la inseguridad 

hacen que me duela el cuerpo,

y el alma.


Hacen que no me reconozca

en el espejo,

y solo vea la versión

de víctima,

de una niña asustada,

que no quiere sentirse así.


Como en la foto,

mi versión adulta 

la calma y da la mano,

pero,

¿qué pasa cuando esa versión

también lo ve todo oscuro?


Solo quiero que acabe.

Que esté cansancio 

me deje sentir la paz del presente,

sin ese mounstruo 

susurrando en mi oreja.


Susurrando que no puedo,

que no soy suficiente,

que no vale la pena,

que esté viaje ha sido en vano.


Quiero sentir confianza

en cada paso que doy del camino.

Apostar por mi.

Vivir la senda

con más ternura y consuelo,

sin este discurso 

que me taladra,

y que no diría a nadie más que a mi.


A menos de un mes de la opo,

los fantasmas se hacen más grandes,

los mounstruos hacen ruido

y la niña llora.

Y la adulta está cansada

para poder consolarla.

No llores niña,

no llores mujer.


Pronto, todo habrá pasado.


30 de junio

retrocuenta para la opo 

Poema postSemillero

 Caminar el camino

confiando en cada paso,

sin miedo al rechazo,

al fracaso;

creyendo lo que valgo.


Sosteniendo mis pedazos.

No olvidar

la presencia

y compañía

de mi abrazo.


Almas entrelazadas

ven el reflejo

en sus miradas.

Conectando,

como piedras

que sobre la piel 

bailan.


Bailan,

bailas,

baila.


.

.

.


El semillero, sembrando en mi corazón.

26 de mayo