miércoles, 1 de mayo de 2024

Soltar es recibir

 Dejar ir

no es fácil.


Me cuesta tanto

soltar lo que se

 que no es.


Me aferro a la idea

de que mejorará,

de lo que creo

ser capaz de ver.

La culpa de irme

me abraza

y ciega,

impidiéndome moverme;

Paralizada.


Las expectativas

de lo que podría llegar a ser

atan mis manos a una idea,

y no suelto.

Por mucho que 

quemen las cuerdas.

No suelto.


¿Por qué no suelto?

Pena, soledad, complaciencia,

por no decepcionar, por el qué dirán..


Pero,

cuando me elijo,

y por fin abro las manos,

y suelto.

Dejo ir...

La vida me recompensa.


El regalo de elegirme

es grandioso.

Y cuando me elijo

atraigo lo que sí es para mi.

Lo que me pertenece 

y vibra conmigo.


Y entonces me siento libre

sin cuerdas,

sin rozaduras en mis manos.

La suavidad y la calma 

acarician mi piel,

y me siento en casa.


Me siento vista,

valorada,

en paz,

yo misma,

coherente,

sin luchar.

Abierta a recibir 

todo lo que la vida

 tiene para mi.


1 de mayo

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