¿Hay algo más peligroso que un recuerdo?
Un recuerdo de estos que te hacen vibrar y te sacuden cuando lo recuerdas.De esos que son tan dulces que cuando te inundan todo se vuelve amargo.
Un recuerdo cargado de ilusiones,
inocencia e intensidad,
donde hiciste un "all in" sin un As en la manga.
Un recuerdo amarillo y brillante,
con sabor a mantequilla de cacahuete y vino blanco.
Lo que hace un simple recuerdo.
Te arrastra al pasado, queriendo anclarte, quedarte allí sin que el tiempo avance,
pequeñita, acurrucada en un pueblecito francés.
Y te ves a ti en el recuerdo,
Te comparas con tu yo de ahora,
Y dices: mierda, ¿por qué no sé paró el mundo y me quedé ahí escondida?
y te preguntas: ¿Por qué no funcionó?
Simplemente fui yo.
Y por eso ese recuerdo pesa tanto.
Porque no con todo el mundo puedes abrirte,
no ante cualquiera dejas caer el muro tras tu mirada,
rompiéndolo en pedazos.
No en todos lados deseas quedarte,
y sueñas una y otra vez que vuelves.
Y por eso allí donde tu corazón pudo vibrar fuerte,
siempre que vuelvas,
al recordar,
tu alma se humedecerá
sintiendo las secuelas
que dejó esa bonita y desastrosa locura.
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