Plant B.

 

Si algo he aprendido en estos 5 meses, es que detrás de esas ventanas había magia, se practicaba el arte de la educación y las maestras tenían el super poder de despertar valores maravillosos en los alumnos.
Detrás de esas ventanas, habia una familia, con niños de 3 a 10 años, todos hermanos entre ellos. Que juntos, crecían día a fía rodeados de amor, apoyo y amistad.
Esos niños eran felices, y nunca he visto  sonrisas tan grandes al entrar por la puerta de clase, reclamando estar un rato más cuando después de 8H el colegio había acabado.
Los valores de esos niños valían oro: autonomía, respeto, tolerancia  independencia  compañerismo, amistad, cuidado y protección por los más pequeños.. Vi niños siendo verdaderos maestros, preparando clases, actividades y juegos para sus compañeros, y demostrando una madurez que no había visto antes.
Esos niños no se preocupaban por mancharse, amaban y conectaban con la naturaleza y su lado más salvaje, creadores, curiosos y exploradores.
Esos niños, me enseñaron más francés que cualquier academia, con su paciencia y sus explicaciones lentas; ellos me dieron las gracias por jugar con ellos, pero soy yo la que debo dárselas, por aceptarme en su familia, y llenarme de amor con cada sonrisa, abrazo o gesto.
Solo puedo decir que sí, por supuesto que habéis plantado la semilla de la educación alternativa en mi corazón, y siempre llevaré  Plant B conmigo.

19 marzo 2021