viernes, 28 de abril de 2017

Quiérete.

Pequeña niña,
inocente,
fuiste juzgada por la sociedad
hicieras lo que hicieras,
haciendo lo que esperaban de ti
 y no lo que sentías,
maniatada en unos hilos dirigidos por todos, menos tú.
Hasta que rompiste esas cuerdas
o al menos dejaste de pensar que existían.
Dejaste de ser quién querían que fueras,
y empezaste a ser tú.
Más sola, más misteriosa, pero tú.
No pierdas tus ideales,
aunque no los puedas oler, tocar o besar,
te definen,
aunque lo que realmente te guía va más allá.
No te abandones, no te cambies,
 nadie es igual que tú,
eres única.
Da igual lo que te digan,
aunque te digan que todo lo haces mal,
no es cierto,
todo lo que haces te hace ser tú.
No está mal,
simplemente es diferente a lo que han hecho otras personas hasta ahora.
Nadie ha vivimos tus circunstancias,
 nadie ha estado en tu mente,
nadie ha vivido tu vida,
por lo tanto nadie ha actuado como tú.
Yo te doy fuerzas para que lo hagas,
puedo conocerte o no,
pero te regalo este consejo.
Sé tú, con tus virtudes y defectos,
ambos te definen,
sin ellos no eres.
Quiérete, quiérete más que a nadie,
cuando consigas hacerlo aprenderás a querer con toda tu alma,
aprenderás a proyectar ese amor a otra persona.
Pero para proyectarlo tiene que nacer de ti,
tú eres el origen.
Quiérete. -Mery.





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