Tengo tanta prisa
que me tropiezo
con el minutero.
La arena del reloj
me aprisiona
y necesito respirar.
Prisa.
Por encontrarte.
Por encontrarme.
Por encontrar
esa presencia
que sin darme cuenta
se me resbala
entre los dedos.
Por sentir esa media vida
que no se llena
sin esa presencia
imaginaria.
Por sentir
que no estoy
en el lugar correcto.
¿Acaso existe ese lugar?
Basta.
Deja de esperar verte
en los ojos de quien
no sabe mirarte.
En el fondo mi alma lo sabe.
Siempre se resume en lo mismo.
Estar en el presente
tal y como es.
Conmigo.
Dejar de esperar.
Mirar a los lados y decir
"estoy aquí, y está bien".
Siempre miro hacia delante
añorando el pasado
que no supe valorar.
Y entre el mañana y el ayer,
el presente pasa en un suspiro.
Deja de esperar.
Baja al cuerpo.
Te echo de menos.
Ven.
Habítame.
Tú.
Nadie más.
Te necesito a ti.
Niña de ojos oscuros y sueños grandes.
Tú.
Aquí.
Ahora.
Real.
Presente.
Sin resistencia.
Quiero quererte lento,
en cada segundo,
en la versión que eres.
Porque igual que tu niña interna
estaría orgullosa de ti.
Yo.
También lo estoy.
21 noviembre
20 noviembre 2024