Flor de loto,
flor de vida,
flor de agua,
flor divina.
Escondida en el fango
de lo que la sociedad
te legó,
hoy te hayo
y descubro
con la inocencia en mi corazón.
Muchos años te rechacé,
ni mirarte me atrevía,
nunca fui capaz de darte
la caricia que me pedías
(y merecías) .
Por verguenza, miedo o culpa,
no recuerdo que lo impedía,
lo que se es que te entregué
a manos que no debía.
El primer contacto fue,
lo que siempre yo temía.
Sin ternuda, sin cariño,
sin paciencia ni empatía.
Yo asustada no entendía
porque al abrirme no era vista.
Y en el fondo tiene sentido,
si mi mano nunca fue una amiga.
He sentido tu poder
cuando me enraizo a mi soberanía.
Siento la fuerza que tienes,
nada menos
para albergar la vida.
Hoy te venero y agradezco
la apertura, sentir y valentía,
que a pesar de haberte entregado
a manos que no debía,
tú sigues abierta, sintiente,
para el momento en el que yo decida.
Siento haberte entregado,
como quién invita por cortesía,
cuando realmente sentía
que no eran merecedores
de tu compañía.
Hoy quiero prometerme
que no te abriré más en vano,
sabiendo lo que implica
el vacío entre mis piernas
que solo a la luz del universo
Abro.
Flor de agua,
emanas vida,
flor mi guía.
Hoy te escucho
y sé
que contigo
estoy protegida
(y bendecida).
24 de julio 2024