Nunca me gustaron los cambios,
al
menos no los que no controlaba.
Nunca
me gustó seguir el camino asfaltado,
(aunque
siempre lo hice,
sin
salirme de la raya)
porque
no podía sentir la tierra,
y
ni siquiera me percataba.
Nunca
me gusto saber cual tenía que ser mi siguiente paso,
porque
perdía el poder de elegir,
y
me sentía una marioneta,
haciendo
lo que 'había que hacer'.
Salirse
del camino,
descubrir
lo que hay fuera de él,
hace
que pierdas el rumbo,
incluso
te hace plantearte
¿quién
eres?,
más,
quizá, al mismo tiempo te hace encontrarte.
Porque
si nunca te pierdes,
o
mejor dicho,
si
nunca te buscas...
¿Cómo
te vas a encontrar?
Aunque
quizá,
la
persona que encuentras
ya
no es la misma que caminó en el pasado,
o
quizá salirte de la norma hace que te conviertas en un nuevo "tú";
Y
cuando vuelves,
ya
ni siquiera te valen los zapatos
que
antes te resultaban tan cómodos.
|¿Me
amoldaré o me romperé ...
...
en el intento de encajar?|
4 de noviembre 2020